Hay muchas opciones confusas y términos de marketing aún más confusos que hay que examinar a la hora de comprar monitores gamer. Vamos a desglosar las características que realmente benefician a los jugadores. Tenga en cuenta que algunos factores dependen del nivel de habilidad del jugador.
Para ver nuestras recomendaciones de monitores para juegos, consulte nuestra página de los mejores monitores para juegos (se abre en una nueva pestaña). Y si quieres ver monitores 4K, consulta nuestra página de los mejores monitores 4K para juegos (se abre en una pestaña nueva).
Los jugadores competitivos deben dar prioridad a la velocidad, lo que exige altas frecuencias de actualización (144 Hz o más), así como el menor tiempo de respuesta y retardo de entrada (ver nuestros análisis de monitores para juegos(abre en una nueva pestaña)) posible.
Esto probablemente te limitará a 25 o 27 pulgadas, posiblemente con menor densidad de píxeles y sin color extendido o HDR.
Pero quizá seas un jugador ocasional que no notará la diferencia entre 60 fps o 144 fps. Puedes conformarte con 75 Hz o incluso 60 Hz junto con FreeSync o G-Sync (más adelante se habla de ello) y priorizar aspectos como una gran calidad de imagen, densidad de píxeles y 30 pulgadas o más.
Si tu presupuesto lo permite, esto también podría permitir un color más saturado o incluso HDR.
¿Cuál debería ser la frecuencia de refresco y el tiempo de respuesta de los monitores gamer?
Lo ideal es un monitor con al menos 75 Hz, combinado con el menor tiempo de respuesta que puedas encontrar.
La tasa de refresco es especialmente importante para los jugadores, por lo que la mayoría de los monitores para juegos tienen una tasa de refresco de al menos 120 Hz, (la más rápida disponible es de 360 Hz), y querrás un tiempo de respuesta máximo de 5ms.
Sin embargo, hay algunos monitores para juegos de 60 Hz que merecen la pena, y muchos 4K están limitados a 60 Hz. Si optas por una pantalla de 60 Hz y planeas jugar, G-Sync o FreeSync son imprescindibles (más adelante).
Menor resolución + buena tarjeta gráfica = mayor frecuencia de refresco. Fíjate en la imagen en pantalla (OSD) del Acer Predator Z35(opens in new tab) ultrawide curvo. Su resolución es lo suficientemente baja como para que una tarjeta gráfica rápida pueda alcanzar una tasa de refresco de 200 Hz con G-Sync activado.
Si vas a comprar un monitor a largo plazo, recuerda que la tarjeta gráfica que utilice tu PC dentro de 1 a 3 años podría alcanzar estas velocidades con facilidad.
¿Te preocupa el input lag? El retardo de entrada es el tiempo que tarda el monitor en reconocer la salida de la tarjeta gráfica o cuando se pulsa un botón del teclado o el ratón, y es algo que los jugadores deben evitar.
Las frecuencias de refresco altas suelen indicar un menor input lag, pero el input lag no suele aparecer en las especificaciones, así que consulta nuestros análisis de monitores(opens in new tab) para saberlo.
Sitios como DisplayLag(abre en una nueva pestaña) también ofrecen desgloses imparciales del retardo de entrada de muchos monitores gamer.