En la medida que los circuitos electrónicos, los sensores y las computadoras fueron integrándose al automóvil, se necesitó la función de sistemas de diagnóstico. Estos sistemas también electrónicos se pueden clasificar en dos categorías:
- Diagnóstico externo
- Diagnóstico interno o de abordo
En el diagnóstico externo se utilizan instrumentos separados del auto en donde se corren practicas de diagnóstico del vehículo. El diagnóstico interno incorpora las pruebas en la computadora del auto (ECU).
El sistema de auto diagnóstico de abordo (OBD) cuenta con una luz piloto que se denomina «check engine» e informa al conductor que hay una falla y debe prestar atención. Se lo conoce como diagnóstico a bordo de primera generación (OBD I).
Sucedió que cada fabricante había desarrollado su propio lenguaje para comunicarse con la computadora de sus autos. No había un estándar. Por ello desde el año 1996 en los Estados Unidos debieron cumplir con un sistema diagnóstico de norma única conocido como OBD II. Un lenguaje habitual para todas las marcas en Estados Unidos.
Computadora de abordo.
Así las computadoras pasaron a usar un solo lenguaje. De tal manera con un scanner común fue posible diagnosticar cualquier automóvil.
Cuando se enciende la luz de tablero en un sistema con la norma OBD II, se puede conectar un scanner (Herramienta electrónica) para leer el código de fallas y así poder reparar la falla en el vehículo. Para ello hay que concurrir a un taller especializado.
Al quedar solucionada la falla, la luz se apaga y el automóvil pasa a funcionar correctamente. Algunas fallas pueden derivar en una mala combustión y de allí mayor contaminación del ambiente, elevado consumo de combustible y daños a futuro en el vehículo.
El auto diagnóstico puede detectar fallas en muchas funciones y precozmente.
Paulatinamente es posible contar con una herramienta electrónica de mano que permita identificar el código de falla. De tal manera usted puede darse cuenta si es algo grave para acudir inmediatamente al taller mecánico o es posible continuar usando el auto un poco más.
Aunque una falla puede ser menor y da tiempo para su reparación, nunca debe subestimarse la advertencia de la luz de tablero.